jueves, 3 de septiembre de 2009

Retorno
en caminos del sueño,
retorno
entre las laderas
y los abismos de la memoría.

Cuando el cielo exige
nuevas ventanas,
mi corazón se posa
sobre las olas del pasado
y decide regresar.

Regresar para no
perder los esfuerzos
de la infancia.
o talvés regresar
para ser cómplice
de los hilos de la historia
y limpiar las esquinas, lo guardado, lo escondido.

Ahora vuelvo
con las manos llenas de flores
y los pies de danza
tejedora.
Vuelvo con las entrañas
hecha vida,
abrigadas en los
ojos del nuevo niño.

Ya, ahora el niño
recordará en mi su infancia
y yo, tendré que mirarlo
para reconocer
en sus sonrisas mi nacimiento.

rayos, pinturas,
cielos de estrella.