martes, 26 de julio de 2011



He ido al altar sagrado,
Mi cuerpo entregado al silencio,
A la paciencia,
Al sentir.

He ido al altar sagrado,
Con los pies descalzos y el alma
Completica de amor,
Escuche el cantar de los ancestros
Y en la lluvia,
Desgarre los recuerdos.

La palabra sagrada volaba
En danza universal,
Todo acogía la escucha del Gran misterio,
todo era suave, sereno espacio de oración.

El corazón del cielo se pinta de amarillo,
Y ante mis ojos llenos de oración,
Sonríe en su delicado existir,
Contándome al oído los secretos
Del infinito amor.

Miles de sabias estrellas
Acurrucándome en la estera paciente de la madre tierra.
A mi alrededor volaban silenciosos los espíritus
De todos los tiempos,
Las luces luciérnagas que abrían el camino
Para que mi cuerpo se moviera en los senderos
De curación y canto,
De curación y llanto,
De curación y sueño.

Aquí, parida de tierra,
Pintada de sangre,
Iluminada plateada de luna,
Aquí, con la mirada ancestral adherida
A mis manos,
Con la curación femenina fluyendo desde mis adentros;
he vivido la luna en mi,
he danzado la curación en todos.