lunes, 12 de diciembre de 2011

En el sentir profundo,



surge el azul y también surge el negro.



Mis pies avanzaron sin memoria
hacia el encuentro poderoso con la salvia
sagrada de la abuela plateada.

Eran mis manos extensiones del verde
amoroso de la madre,
en sueños ancestrales,
la canción del sahumerio
recorrió el silencio que derrota la palabra
y la palabra se convirtió en cordón de humo
que no suelta, que ataja,
que no suelta, que complementa,
que no suelta,



que se arrebata
en temblores y en olores.

Empinado, casi elevado,
mi cuerpo sin sentido,
sin alma,
sin espíritu.



transito por entre las montañas



El retorno al hogar,
a la cueva sagrada, eran las puertas
para devolver el alma al cuerpo.

Y así,
mis ojos miraban el azul infinito del universo
y el verde que nos alimenta y desangra.

Mis dedos se acurrucaban en la tierra
como garras de tigre,
y en un éxtasis escondido de tanta magia
mi corazón arrojo al fuego
sus pasados
para convertirlos en presentes
llenos de memorías adormecidas .

El sonido del tambor emitia nuevas luces,
el soplo del jaguar se posaba en mis espaldas.

Era un si,
un ahora eterno,
un ahora sagrado.
que por pocos penetro en mis huesos
para abrigarme en amaneceres transparentes
que perpetúan el camino
ahora transitado.

jueves, 1 de septiembre de 2011

RECORDATORIO



Las estrellas
protejerán tus pasos,
sabiendo que renaceras en
cada canto y en cada amanecer.

Los rios,
limpiarán los días de tus nacimientos,
te convertirán en otro nuevo
cuando des vuelta y te recuerdes
hijo del rio y de la luna.

Las montañas recogerán
tus sonrisas y junto con ellas
regaran el polen de las nuevas semillas.
Entonces, las vertientes,
las cascadas,
los árboles y los montes quedarán
dentro tuyo,
en tu corazón agradecido,
en tu corazón de danza y sueño.

Los colores vestiran
tus brazos,
tus piernas,
contando el recorrido
de todos los tiempos
que acompañan tu historia,
el recorrido de los ancianos y ancianas
que con un soplo
avisarán este camino tuyo,
este camino trueno
que te hace semilla en el universo.

Yo estare, siempre
con memoria y sin recuerdos.
estaré acompañando las cuevas
en las que te escondas,
las cuevas que te abriguen,
las cuevas que te llenen
de oscuridad
y tierra
y silencio.

Me sentare a tejer palabras
que te cuenten
sueños de guerreros y guerreras
y cuando ya tus cabellos se acerquen a la tierra
buscare las palabras que te mantengan despierto.
transitando cada uno de tus pasos.

Que el cielo te ilumine,
la tierra te soporte,
el aire te respire,
los sueños te den fuerza
y el amor este danzando
con su ancestro dentro tuyo,
adentrico tuyo,
siempre tuyo.

martes, 26 de julio de 2011



He ido al altar sagrado,
Mi cuerpo entregado al silencio,
A la paciencia,
Al sentir.

He ido al altar sagrado,
Con los pies descalzos y el alma
Completica de amor,
Escuche el cantar de los ancestros
Y en la lluvia,
Desgarre los recuerdos.

La palabra sagrada volaba
En danza universal,
Todo acogía la escucha del Gran misterio,
todo era suave, sereno espacio de oración.

El corazón del cielo se pinta de amarillo,
Y ante mis ojos llenos de oración,
Sonríe en su delicado existir,
Contándome al oído los secretos
Del infinito amor.

Miles de sabias estrellas
Acurrucándome en la estera paciente de la madre tierra.
A mi alrededor volaban silenciosos los espíritus
De todos los tiempos,
Las luces luciérnagas que abrían el camino
Para que mi cuerpo se moviera en los senderos
De curación y canto,
De curación y llanto,
De curación y sueño.

Aquí, parida de tierra,
Pintada de sangre,
Iluminada plateada de luna,
Aquí, con la mirada ancestral adherida
A mis manos,
Con la curación femenina fluyendo desde mis adentros;
he vivido la luna en mi,
he danzado la curación en todos.

viernes, 10 de junio de 2011





















Madre,
aquí acurrucada en mis vertientes,
sumerjo el espiritú
que me vio nacer y recuerdo
el nido que en sagrado respiro
albergó las huellas de mi sendero,
de mi montaña,
que sueña, canta y danza.

Madre,
mujer montaña y cascada.
Mujer río,
mujer escucha;
poso estas uñas como tintero
de mis palabras.

Así recuesto el ahora arco iris,
el ahora tinte oscuro
el ahora tembloroso como ensueño.

Aunque a veces no pueda volar.
Aquí soy yo,
recogiendo tus caminos.
Abuela, anciana mujer,
madre de todas,
todas en utero,
todas en vientre,
todas en luna.

Gracias te entrego
desde los ojos del cielo estrella.
Gracias te canto,
ofreciendo el corazón,
gracias te escribo...
poema silente que vuela en humo al infinito.
Gracias respiro por las hermanas,
por los hermanos..

Gracias abuela,
siembra raíces en nuestras huellas,




somos tus hijas.